Lapidario informe sobre las condiciones de detención en Comisarías de la Provincia

2022-12-08 12:15:19 By : Mr. Lewis Yang

Los organismos de derechos humanos presentaron los resultados de una recorrida en catorce comisarías y alcaidías de la provincia, en el marco de un proyecto de inspección en lugares de encierro transitorio. Señalaron que la situación “es verdaderamente alarmante” y advirtieron que “ciertas prácticas poseen la fuerza de llevar estos centros de detención a los márgenes de la legalidad acercándolos a la clandestinidad”.

La Red de Organismos de Derechos Humanos de Entre Ríos presentó un durísimo informe sobre las condiciones de detención en comisarías y alcaldías de la provincia, al que presentó como “un llamado de atención a las autoridades públicas” en cuanto a la garantía, respeto y realización de los derechos humanos de las personas detenidas.

El informe, presentado este jueves en el salón Amanda Mayor del Rectorado de la Uader, recoge evidencias colectadas en visitas sorpresivas que se realizaron durante el mes de septiembre en catorce comisarías y alcaidías de la provincia.

En cada sitio se analizó el estado edilicio, la seguridad e higiene de cada uno, la alimentación de los detenidos, su estado de salud y el régimen de visitas y actividades recreativas que realizan.

“En caso extremos, ciertas prácticas poseen la fuerza de llevar estos centros de detención a los márgenes de la legalidad acercándolos a la clandestinidad. Podemos citar el ejemplo del detenido que pasó diez días sin que se diera aviso a las defensoras oficiales o de las personas privadas de la libertad durmiendo en el piso, con frío y golpeadas en muchos casos”, se reveló en el documento.

El equipo de investigación concluyó que “la situación de las personas privadas de la libertad en lugares de encierro transitorio de la provincia de Entre Ríos es verdaderamente alarmante en materia de garantía, respeto y realización de los derechos humanos” y advirtió que las condiciones de detención en comisarías presentan rasgos similares a los de una unidad penal, “con la particular diferencia de que se puede identificar un discurso que busca justificar que las medidas de seguridad son tendientes a evitar autolesiones o lesiones a terceros”.

En ese punto, señalan los organismos de derechos humanos que “la falta de luz en los calabozos se explicaba así por el riesgo que implica la electricidad para las personas privadas de su libertad; la ausencia de utensilios para comer, en función de evitar lesiones; la entrega de frazadas limitada y solo a la noche por el peligro que conlleva para eventuales ahorcamientos; los incompletos cerramientos de ventanas para evitar roturas y posibles autolesiones, también las pésimas condiciones sanitarias”.

También hicieron notar que “las reglas de detención trascienden las condiciones climatológicas”. Por ejemplo, las mantas y colchones se entregan de noche; y durante el día quedan depositados “en pésimas condiciones de limpieza”.

Se describen además algunas situaciones insólitas: en la alcaidía de tribunales, que depende del Superior Tribunal de Justicia (STJ), existe una cortina de plástico transparente térmica que está colocada en una puerta reja entre el pasillo de las oficinas y el pabellón. Los guardias explicaron que está allí para concentrar el aire aclimatado en el sector administrativo y evitar que el aire acondicionado se disperse hacia las celdas.

La investigación se desarrolló en el marco de un proyecto de inspección en lugares de encierro transitorio impulsado por los organismos de derechos humanos, a través de Madres de Plaza de Mayo de Gualeguaychú, y aprobado por el Comité Nacional de Prevención de la Tortura.

Además, se articuló con el Ministerio Público de la Defensa, con el Área de Derechos Humanos y Participación Ciudadana de la Uader y con la Secretaría de Extensión y Cultura de la Facultad de Trabajo Social de la UNER.

“Esta articulación entre los organismos de derechos humanos y las universidades se explica por el hecho de ser éstas escenarios fundamentales para la construcción y disputa de sentidos, generando pensamiento y conocimiento crítico, promoviendo el desarrollo de una conciencia política y la sensibilidad social y cultural necesarias para articular y abordar las diversas realidades que hacen al entramado social”, se consignó.

De lo expuesto en el informe surge de manera prístina que las condiciones de alojamiento y detención en estos lugares de encierro transitorio resultan lesivas para la dignidad de las personas detenidas.

La mayoría de las dependencias policiales corresponden a estructuras edilicias muy antiguas e incluso algunas presentan riesgo de derrumbe. Sin embargo, se advierte un fuerte contraste entre el “buen estado general de las mismas en el área administrativa y de atención al público” en comparación con el área de las celdas y alojamiento de detenidos, donde “se comprobó la precariedad general, tanto edilicia como higiénica en la que coexisten las personas privadas de la libertad”.

El informe sostiene que “en todos los casos se verificó en la zona de celdas” y describe el cuadro de situación: “Humedad en las paredes y pisos, paredes sin revoques y/o pintura, pisos y cielorrasos rotos, conexiones eléctricas expuestas y precarias, falta de iluminación artificial y natural, falta ventilación (ventanas selladas), falta de calefacción, sanitarios rotos, escaso acceso al agua corriente y en relación a la ropa de cama no se les otorgan sábanas ni almohadas, y los elementos como colchones y abrigo de cama se encuentran en pésimas condiciones siendo proporcionados de manera escasa (una sola frazada por persona) y sólo durante la noche”.

Este escenario se agrava especialmente en la Comisaría Quinta de Paraná, o contravencional, donde “los espacios comunes se encontraban también sumamente deteriorados poniendo en riesgo la integridad física de las personas privadas de la libertad y de los funcionarios policiales”.

Algo que no pasó inadvertido para los observadores es que “al momento de la inspección, pudieron visualizarse numerosos trabajos de mejoras edilicias, aunque ninguno contemplaba la mejora en la zona de celdas, calabozos, sanitarios, etcétera destinados a personas privadas de la libertad”.

Además, las celdas y sus respectivos sanitarios lucían “extremadamente sucios y con olores nauseabundos en la gran mayoría de las dependencias, a pesar de que en muchos casos los pisos se encontraban húmedos, notándose la reciente limpieza”. En la comisaría contravencional de Paraná, por ejemplo, “hay letrinas sin puertas y con materia fecal distribuida en el piso” y “no hay lavatorios”.

Otro dato que advirtieron con preocupación es que “muchas de las mejoras de infraestructura no demandarían una importante erogación económica sino, más bien, una afectación específica de parte de los fondos a los fines de dignificar el alojamiento de personas privadas de la libertad”.

En cuanto a la alimentación, “presenta rasgos comunes en todos los establecimientos, en cuanto a mala calidad”. Los detenidos reciben dos comidas al día (almuerzo y, a veces, cena); no existe un plan nutricional ni previsión para garantizar menús específicos para personas con celiaquía, hipertensión, diabetes o cualquier otra condición crónica. Y eso impacta también en la alimentación de los policías.

Cuenta con dos celdas individuales, una destinada a mujeres o personas trans y travestis.

- Medidas: no se tomaron al momento del recorrido porque no se permitió el acceso. Cuenta con disposición para dos camas. Son ventilación ni luz natural, sí artificial. Según la persona detenida, cuenta con baño con un inodoro, sin lavatorio. No cuenta con ducha. No hay calefacción. No tiene acceso a agua.

Una celda colectiva, con capacidad para ocho personas. Ocho camas de material. Presencia de humedad, mugre, paredes despintadas; los colchones en mal estado, escasa luz natural. Cuenta con luz artificial, que se acciona desde el exterior. Hay una mesa y bancos, todo de material. Las frazadas son brindadas por personal policial, durante la noche. El argumento de las autoridades es que las personas detenidas se podrían autolesionar.

Dimensiones de la Celda: largo: 8.5 m. x 5m. (Superficie –libre- MIN. 6 m2 / MIN. 2 m c/lado).

Cantidad de Camas por Celdas: Ocho.

Dimensión de las Camas (medidas): 2 m. de largo / 1 m. de ancho.

Distancia entre camas y techo: 2 m

Además, hay tres calabozos. Estos, según personal policial, “no se usan desde hace 20 años”. Sin embargo, presentan cerraduras en utilidad y parecen estar a disposición para su uso.

- Condiciones generales: se trata de espacios muy peque ños, sin ventilación, sin cama, ni colchones. Tampoco luz artificial ni natural, ni acceso a baño ni agua.

Dimensiones de la Celda: largo: 3 m. x 1.5 m. (Superficie -libre- MIN. 6 m2 / MIN. 2 m c/lado).

Un patio compartido en el sector de celdas colectivas cuenta con un lavatorio con agua fría.

También con luz artificial, de 12 volts. Allí también se encuentran dos baños cerrados con letrinas. Para bañarse, cuentan con una manguera en altura con agua caliente.

La persona privada de su libertad entrevistada manifestó al equipo de trabajo que, al ser detenida en la localidad de Clara, Entre Ríos, fue golpeada por personal policial. Ante la pregunta de si había sido golpeada en la Jefatura, manifestó que no.

Jefatura de Colón

Se visualizan 4 celdas, algunas de 1 sola cama y otra de 2 camas.

Tiene un hall de entrada, el personal manifiesta que allí es donde se requisa, tiene una cámara.

Tiene una luz central grande, la única que sirve de iluminación artificial en este sector, que se enciende del lado de afuera.

El sector de baños con un ventiluz sin vidrio ni plástico. Letrinas. Se observa el estado de evidente falta de higiene en particular de los baños.

Al llegar a este sector se observa que estaba recién baldeado, y en la entrevista con el detenido, éste manifiesta que ese día le llevaron productos de limpieza por lo que se infiere que la limpieza la realizó el detenido. El personal policial expresa que el lugar para detenidos por contravenciones se sacó en 2014 y que ahora es utilizado como depósito.

La celda colectiva es de 14 x 5 M, con luz natural, techado, con una claraboya de 4 x 3 M aproximadamente; de chapa transparente que se encuentra rota. Se observan 7 ventanas sin vidrio, respiraderos sin luz que da a un patio, que da a la cocina. Tienen una ventana tapada con material. Fue puesto de manifiesto por el personal de policía que acompaña el recorrido que tienen agua caliente y fría para bañarse.

Tanto el personal policial como la persona privada de libertad coinciden que los productos de limpieza se les otorgan desde la institución para que los/las detenidos/as realicen la limpieza del pabellón. No se les proporcionan productos de higiene personal a las personas detenidas, se lo tienen que traer los familiares. Se observa que tienen 2 baños, están sucios, hay baldes para la limpieza.

Celdas individuales: de largo 3 M y de ancho 4 M. El espacio de circulación es de aproximadamente 8 M cuadrados en las celdas. No hay luz natural ni luz artificial, sólo cuentan con la iluminación que llega desde las celdas colectivas. No tienen calefacción, ni artefactos de refrigeración.

Para destacar es la construcción y refacción del sector administrativo, la limpieza, y las dimensiones e infraestructura  de la cocina. La limpieza y refacción de lo administrativo, contrasta aún más con el estado edilicio muy deteriorado del sector en el que están las personas detenidas.

Se observaron dos celdas individuales, una de ellas con una superficie de 2,05 x 1,80 M y otra más pequeña de 2 x 1,50 M; con 2 camas de cemento por celda de 1,80 x 0,80 M y sus colchones de goma espuma.

Baño con letrina sin ducha ni lavatorio, luz artificial sin funcionar, no se observa entrada de luz natural. Además, se aprecia una celda colectiva con luz natural, de una superficie de 3,10 x 4,80 M de ancho con un baño con letrina sin ducha y sin lavatorio, con luz artificial, las mismas poseen cámara de vigilancia direccionadas hacia las camas.

Se aprecia que en todo el sector de celdas no hay acceso al agua corriente. Las paredes se observan cargadas de humedad y en mal estado, con cielorrasos y piso de material en malas condiciones. Asimismo, se percibe un estado de evidente falta de higiene y olores nauseabundos.

Al ser consultados respecto de la falta de higiene en todas las celdas, los agentes de seguridad indicaron que son los propios detenidos quienes deben realizar la limpieza. Asimismo, agregaron también que respecto a la desinfección y desinsectación no habrían tenido plagas ni roedores; pero el año pasado por razones de COVID 19, se efectuó una des-

infección, indicando que cada tres meses se practican desinfecciones a cargo de la empresa “Buena Pata” de General Campos.

Particularmente respecto de las condiciones edilicias, se observó una notable diferencia de estado de conservación y mantenimiento entre las áreas u oficinas administrativas de la Departamental y el sector de celdas.

Comsiaría 2° de Concordia

El equipo observa que la comisaría posee tres celdas, dos individuales y una colectiva, separadas.

La celda colectiva es de 5 M de largo por 3 M de ancho, más el baño. Consta de puertas reja/barrotes de acceso. Con ventanas amuradas, cerradas con material. Con iluminación artificial que se enciende desde el sector policial.

Se observa un elástico de cama de hierro junto con un col chón exponiendo la goma espuma sin funda, ambos apoyados contra la pared. Las paredes se encuentran cargadas de humedad, con inscripciones y despintadas; en pésimo estado de conservación. La celda se utilizaba como depósito, observándose 3 motocicletas, algunas bicicletas, bolsas de materiales de construcción, una mesita de luz, entre otros objetos.

Se ven cables de electricidad exteriores colgando los caños por donde pasan los cables dentro la celda. Ventanas amuradas, cerradas con material.

Para acceder a las celdas individuales se constata una puerta reja/barrotes. Las dos celdas están en estado de deterioro evidente, muy cargadas de humedad, con inscripciones, despintadas, sin revoque.

En una de las celdas tiene un colchón con funda y otro ex poniendo la goma espuma, dos cubiertas y un compresor.

No hay cama ni mobiliario.

La otra celda individual posee un colchón deteriorado apoyado contra la pared.

Entre las dos celdas individuales, se presenta un baño con letrina, sin luz natural ni artificial.

El baño se encuentra en pésimas condiciones de higiene, con ropa tirada, deteriorado, despintado, sin azulejos y sin revoque en paredes.

Cuando se estaba retirando el equipo, el jefe de la comisaría le ordenó a uno de los subordinados que vacíen las celdas de la izquierda (haciendo referencia a las individuales) y que ingresaran la cama cucheta que se encontraba en el patio interno.

La percepción del equipo es que las celdas individuales se seguían utilizando para la detención de personas, pese a lo sostenido por los funcionarios policiales. La idea se refuerza por la escasez de elementos en depósito amén de lo referido por el jefe de la Comisaría.

Cabe aclarar que, en esa celda de la izquierda, había aparecido sin vida el cuerpo del joven Erik Valdez, en el mes de diciembre del 2021.

El equipo observa que la Jefatura Departamental posee una celda con capacidad para dos personas. Las dimensiones son de 4 m de largo por 3, 80 m de ancho. El espacio se encuentra ocupado con una mesa de material de 0,70 m x 2 m. y dos bancos de material de 2 m. x 0,40 m. Consta de puertas reja/barrotes y posee una ventana sin vidrio también con rejas/barrotes de 1,15 m x 1,80 m. Con luz artificial que se enciende desde el sector policial. Las paredes se encuentran con humedad, inscripciones y despintadas; completamente deterioradas.

Posee un baño con letrina sin iluminación (artificial ni natural) y sin ducha. El mismo está en evidente estado de abandono, sin azulejos, sin pintura, con paredes visiblemente deterioradas, sucias y sin grifería. En la letrina se observa ausencia de higiene, olores nauseabundos y mugre acumulada.

Las camas son de cemento, pegadas al piso cuyas medidas son: cama corta de 184 x 0,70 cm y otra larga de 4 m x 0,70 cm. La distancia entre las camas es de 30 cm. Y la distancia entre las camas y el techo es de 2,5 m. Todas ellas en muy mal estado, y sin espacio adecuado de circulación entre camas. Se constatan 4 colchones sin fundas, sólo la goma espuma, muy deteriorados. Sólo uno posee funda. El equipo observa dos frazadas tiradas sobre el piso.

Desde el comienzo fue evidente, a criterio del equipo, la actitud de los funcionarios policiales de intentar impartir autoridad con un discurso y actitudes de evidente molestia por ser visitados por el equipo que se hizo presente. La manera de referirse a los integrantes del equipo dejaba ver la incomodidad que les generaba la visita que se pudo concretar, pese a la resistencia explícita de los funcionarios y autoridades que no se encontraban ni en la Comisaría Segunda ni en la Jefatura al momento de la llegada del equipo. Esto se constató con las actitudes de hacer esperar en las dependencias más de una hora antes del ingreso; que se cuestionara el haber ido a la Comisaría Segunda, desconociendo los permisos y autorizaciones y en la actitud del propio jefe de la Departamental de ser renuente, por ejemplo, a que el equipo pudiese recorrer las celdas del establecimiento y al señalar que no debían estar allí ya que las comisarías no eran más lugares de detención.

Por otra parte, también llama la atención que haya tanta distancia entre el edificio de Tribunales y la nueva Alcaidía (3 kilómetros), en función de los requerimientos de logística para reducir los riesgos por la seguridad de las personas detenidas, los gastos por la cantidad de personal y móviles más el combustible del que hay que disponer para los traslados diarios.

El equipo observa que la Departamental posee 3 celdas, con capacidad para dos personas cada una de ellas. En la zona del patio común a las celdas, se presenta un baño con ducha y una letrina. En el patio se observan refacciones sobre las cloacas.

Las celdas son 3,30 M. x 3 M. El espacio de circulación en la celda es de 2,20 M por 1,60 M. Se encuentran cerradas con puertas de madera con mirilla, sin ventilación natural.

Se vislumbra la instalación de luces led de 12 voltios (por cuestiones de seguridad de los internos, según relata el funcionario). Dentro de las celdas que no se encuentran en funcionamiento no hay instalaciones eléctricas. Dichas luces se encenderían desde la oficina de los funcionarios policiales, según el relato del jefe. No poseen luz natural. Las celdas son húmedas y hay agua en el piso del patio.

Las camas son de cemento: cama larga 3,50 x ,76 M. y cama corta de 2M. x 0,73 M. La distancia del piso en ambos casos es de 48 cm. La distancia entre las camas es de 160 cm. Y la distancia entre las camas y el techo es de 3 M.

Respecto al mobiliario, se observa que no hay mesas ni sillas. No hay colchones en las celdas desocupadas y una goma espuma en mal estado sin funda de ningún tipo.

Asimismo, hay 3 cámaras que filman hacía la puerta de las celdas y se observa la presencia de un reflector que ilumina el patio.

Las paredes de las celdas se encuentran visiblemente deterioradas con humedad y sin pintura.

Comentan los funcionarios policiales y la persona privada de libertad, que los internos pueden circular desde las celdas al patio común de los detenidos y al baño ya que las puertas de las celdas quedan abiertas.

Un aspecto a profundamente llamativo a considerar es que, al arribar, al equipo se le informó por parte de la Defensora Oficial que no había en esos momentos personas detenidas en la Jefatura Departamental; sin embargo, al concurrir a la zona de los calabozos advertimos la presencia de una persona privada de libertad. El equipo procedió a realizar una entrevista junto a la Defensora Oficial desde donde surgió que el detenido tiene 24 de años de edad, que padece de un problema de adicción a estupefacientes y de alcohol, que estaba detenido desde hace una semana y 3 días; que dentro de la celda y el patio común se le permite estar sin esposas; que posee 3 cobijas, que una le proveyeron y dos le facilitaron los anteriores detenidos. Que le dieron de comer pollo con fideos y, previamente, canelones (2 veces por día, por lo que considera adecuada y suficiente la alimentación). Manifiesta que no lo dejan tener mate, que la familia lo puede visitar miércoles y sábado, de hecho, cuenta que lo ha visitado el papá.

El equipo observa una lesión en su ojo derecho, a lo que preguntado referenció que había sido golpeado al momento de la detención. Que no ha sido asistido por psicólogo o psiquiatra.

Es de señalar que, al momento de la entrevista, un funcio nario policial se encontraba fuera de la celda sobre la mirilla, escuchando la conversación, lo que fue registrado por el equipo. No respetándose la intimidad de la entrevista mantenida con el detenido.

Corresponde agregar que poseen cámaras en el patio, calabozo, frente de la Jefatura y en las comisarías, las cuales se encargan de monitorear desde la propia Jefatura Departamental. El jefe cuenta con una aplicación en su celular mediante la cual puede monitorear las cámaras cuándo lo considere.

Según lo expresado por el jefe lo recaudado por caminera se distribuye por la Jefatura Central de la Policía de acuerdo a la importancia de las Jefaturas departamentales, siendo quienes más reciben Paraná, Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay. Asegura que esta recaudación re presenta aproximadamente un 12% de los ingresos.

El equipo observó que se estaba refaccionando el patio de armas, donde según lo manifestado por el jefe policial, se iba a realizar una fuente que llevaría el nombre de los caídos en servicio y un monumento. Circunstancia que permite concluir que los principales recursos, no están orientados al mejoramiento de los lugares de detención.

Se observan paredes despintadas, pisos con humedad, revoques y pisos muy degradados, vidrios rotos. La iluminación general es muy escasa. Se trata de instalaciones muy antiguas que conservan su aspecto prácticamente original, aunque sumamente deteriorado por el paso del tiempo y ausencia de mantenimiento.

En la planta baja se identifican cinco celdas: una individual, cuatro colectivas. Una de las colectivas está apartada, en tanto se utiliza para detenidos por contravención. En la planta de arriba hay 16 celdas, algunas con posibilidad de uso, otras clausuradas. Todas presentan similar aspecto: sumamente deterioradas, paredes cargadas de humedad, oscuridad, escasa ventilación, paredes descascaradas y sin pintura.

El equipo se encontró allí con 14 personas privadas de libertad. Todas en planta baja: 13 el pabellón general, una encelda de contraventores.

En la celda individual de la planta baja duermen 2 personas, 1 en el piso. Dimensiones de la Celda: largo: 2.70 x 1.70 M. Superficie libre- MIN. 6 m2 / MIN. 2 m c/lado.

- En una celda colectiva con capacidad para 2 personas duermen 4. 2 lo hacen en el piso. Sin espacio para transitar. Dimensiones de la Celda: largo: 2.80 x 1.70 m. Superficie libre MIN. 6 m2 / MIN. 2 m c/lado

En una celda colectiva con capacidad para 4 personas duermen 4 detenidos al momento de la visita: dimensiones de la Celda: 4.50m x 3,10m. Superficie libre MIN. 6 m2 / MIN. 2 m c/lado.

 En la para CONTRAVENTORES, con capacidad para 2 personas, había 1 persona alojada al momento de la visita: Dimensiones de la Celda: 7m x 5 m. Superficie -libre- MIN. 6 m2 / MIN. 2 m c/lado. Las restantes 3 PPL que se encontraban al momento de laisita dormían en colchones de goma espuma, en el piso, en un rincón del patio o espacio común del pabellón general, contra la reja.

Cantidad de personas durmiendo en el piso: 6.

Hay 13 celdas en total. 6 con posibilidad de uso. Al momento de la visita no estaban ocupadas. Todas aproximadamente de dimensiones similares, aproximadamente de 5mx 2,75m. Superficie -libre- MIN. 6 m2 / MIN. 2 m c/lado.

Ninguna de las celdas de planta baja tiene luz, ni natural, ni artificial. La circulación espontánea se hace totalmente a oscuras. Todas presentan una inmensa carga de humedad y carecen de ventilación. Según una de las PPL entrevistadas están “sin ver el sol”.

Todas las camas son de cemento. En general, las dimensiones son de 80 x 230 x 45 de alto; con una distancia de 1,50 entre sí y a 3 m del techo, aproximadamente.

El patio central de los pabellones es amplio, con espacio para circular. Cuenta con una mesa común grande de hormigón (ancho 120 cm x largo de 560 cm.) con bancos fijos, también de hormigón. Allí las PPL cuelgan su ropa lavada ´para secar.

Se observaron cinco celdas colectivas, con puertas de madera y ventanas de 2m x 1m; con rejas y con policarbonato. Cuatro de ellas con una superficie de 3,10 x 2,10 m; con 2 camas de cemento por celda, de 2 M de largo por 0,90 M. de ancho. Además, hay una celda de 5m x 4 m, con baño con letrina.

Las mismas se distribuyen de la siguiente manera: tres celdas colectivas en un pabellón y dos celdas colectivas ubicadas en el sector del patio.

Cada celda cuenta con dos colchones de goma espuma. Las mismas cuentan con luz eléctrica, cuyo interruptor se encuentra por fuera. También se identifica la existencia de una ducha con acceso a agua caliente, y su funcionamiento era controlado por parte de los funcionarios de seguridad.

En este recorrido se observó la presencia de un detenido a quien se entrevistó, el mismo manifestó que hacía cuatro días que se encontraba allí y era la tercera vez que estaba privado de su libertad en la Jefatura Departamental. Entre otras cosas, manifestó que al momento de una de sus detenciones recibió golpes y malos tratos por parte del Comisario Villamonte. Al ser consultado sobre las condiciones de higiene respondió que no se realizaba una limpieza por parte de los funcionarios y que no contaban con productos de desinfección, solo papel higiénico.

Alcaldía de Tribunales

Aseguran que la capacidad es para 6 varones y para 3 mujeres.

Celda de admisión: la luz se enciende desde afuera. Están sin cama ni colchón, sólo un banco de madera. Celda 1: las dimensiones son 1,50m x 3,50m. La mayoría de las celdas cuenta solo con bancos de madera. Personal policial manifiesta que los colchones se dan a la noche y se retiran por la mañana.

Celda 2: las dimensiones son de 2,40m x 1,60m. Un salón de visitas con 3 banquetas. Se visualizan camas de cemento en las celdas de varones. Las celdas no cuentan con ventilación y la iluminación es artificial. No cuentan con luz natural.

Se visualizó una cortina de plástico transparente térmica colocada en una puerta reja entre el pasillo de las oficinas y el pabellón. Ante la consulta a funcionarios policiales, aducen que la función es para que no llegue el aire del aire acondicionado, es decir, para concentrar el aire aclimatado en el sector administrativo.

Además, el personal policial expresó que existe un proyecto de reforma edilicia que contaría con un presupuesto de 20 millones de pesos.

ALGUNAS FRASES TEXTUALES DE PERSONAS DETENIDAS:

“Me han pegado varias veces, desde los 19 he estado preso, hoy tengo 29”.

La comida es dos veces al día, buena, pero pasamos un poco de hambre”.

“Pasamos muchísimo frío en invierno”.

“Estoy con abstinencia, me duele la columna y la cabeza y no me dan ninguna medicación”.

“Hace rato que no me pegan. Hace dos años y medio la policía me dejaba desnudo y te echaban agua”.

Mientras se habla con personas detenidas el comisario Wasinger pide insistentemente que se abandone esa tarea porque estaba en comunicación con un fiscal pidiéndole permiso para que se pudiera entrevistar a las personas detenidas, desestimando la presencia de la defensora y que ella ya había aclarado que ya había hablado con el fiscal. Se pudo continuar con las entrevistas luego de que el fiscal le confirmara al comisario que efectivamente, se contaba con autorización.

Condiciones laborales y normativa sancionatoria que encuadra al personal policial

De las conversaciones con quienes estaban a cargo de algunas jefaturas departamentales surgió que muchas de las privaciones que sufren las personas durante su detención se explican por el temor de que les ocurra alguna lesión y que ello implique una sanción de quien o quienes estuvieran a cargo en ese momento. Por ejemplo: ausencia de material de abrigo durante el día, prohibición de electrodomésticos (radio, televisión, etc.), iluminación en las celdas,falta de utensilios para comer. Esta condición merece una urgente revisión y clarificación en tanto resulta una verdadera irracionalidad.

Condiciones edilicias, de Infraestructura y de higiene

La mayoría de estas dependencias corresponden a estructuras edilicias muy antiguas. Algunas del siglo XIX y hasta con riesgo de derrumbe, como en el caso de Gualeguaychú.

En todas las dependencias policiales visitadas se pudo observar un buen estado general de las mismas en el área administrativa y de atención al público en un contundente contraste con el área de celdas y alojamiento, se comprobó la precariedad general, tanto edilicia como higiénica en la que coexisten las PPL. Si bien se advirtió la presencia de matafuegos en la mayoría de las dependencias visitadas, se verificó la escasa o nula señalización de salidas de emergencia. En todos los casos se verificó en la zona de celdas: humedad en las paredes y pisos, paredes sin revoques y/o pintura, pisos y cielorrasos rotos, conexiones eléctricas expuestas y precarias, falta de iluminación artificial y natural, falta ventilación (ventanas selladas), falta de calefacción, sanitarios rotos, escaso acceso al agua corriente y en relación a la ropa de cama no se les otorgan sábanas ni almohadas, y los elementos como colchones y abrigo de cama se encuentran en pésimas condiciones siendo proporcionados de manera escasa (una sola frazada por PPL) y sólo durante la noche.

Cabe destacar que el contraste previamente mencionado entre las áreas de alojamiento para personas privadas de la libertad y los espacios comunes, contiene dos excepciones ya que en la Comisaría Segunda de la ciudad de Concordia y particularmente en Comisaría Contravencional de Paraná los espacios comunes se encontraban también sumamente deteriorados poniendo en riesgo la integridad física de las PPL y de los funcionarios policiales.

Se examinó y verificó el estado general de la limpieza, observándose las áreas de alojamiento y sus respectivos sanitarios extremadamente sucios y con olores nauseabundos en la gran mayoría de las dependencias, a pesar de que en muchos casos los pisos se encontraban húmedos, notándose la reciente limpieza previa a la llegada del equipo de trabajo. Se recabó información acerca de la presencia de roedores, pulgas y sarna en la Jefatura Departamental de Gualeguaychú, testimoniado por personas privadas de la libertad. De la limpieza en los espacios comunes se encarga el personal policial y en las áreas de alojamiento las personas privadas de la libertad, cuando se les provee los elementos y herramientas, siendo esto último excepcional y particularmente realizado el día de las visitas del equipo de trabajo a las dependencias, constatado por la presencia de humedad en los pisos. Nos preguntamos si las PPL no desean o no pueden limpiar, ¿no corresponde a cada dependencia garantizar las condiciones elementales de higiene?

Estado de mobiliario y artefactos

En las áreas de cocinas se observaron los artefactos y su estado. En general, las dependencias que contaban con cocina y a las que el equipo pudo ingresar, tenían cocina-horno y extractores, microondas, heladeras, freezer, utensilios, mesas, sillas, algunas incluso contaban con aire acondicionadose encontraban en buen estado y con limpieza general.

En gran parte de las dependencias se establecen días y horarios fijos de visitas, no pudiendo acceder más de un familiar por vez. No están previstos espacios destinados a estas visitas, se llevan a cabo en el patio común de las celdas colectivas, incluso cuando concurren menores. No se prevén las visitas íntimas.

Las celdas colectivas cuentan con un patio común en pésimas condiciones de habitabilidad, no teniendo prácticamente ningún elemento de entretenimiento ni de formación (televisor, música, libros, etc.) disponible para las PPL.

De las entrevistas con el personal jerárquico y demás funcionarios policiales indagamos sobre la existencia de médicos y enfermeros, especialidades y turnos que cumplen medicamentos disponibles y aparatos necesarios para casos de emergencias. La conclusión a la que arribamos es que en la mayor parte de los casos los servicios médicos son precarios, los medicamentos que se encuentran son básicos o inexistentes y en caso de requerir un tratamiento específico se traslada a la PPL al hospital público de cada localidad.

En muchos casos el personal médico cumple horario administrativo. No existe asistencia ni servicio de salud mental.

Presenta rasgos comunes en todos los establecimientos en cuanto a mala calidad alimenticia. En la mayoría de los lugares sólo una o dos veces al día (almuerzo y, a veces, cena); no percibiendo desayuno ni merienda. Ausencia en todas las dependencias de plan nutricional e imprevisión para garantizar menús específicos para personas con celiaquía, hipertensión, diabetes o cualquier otra condición crónica. Asimismo, la alimentación de las PPL no se prevé en el presupuesto general de cada dependencia policial, lo que conlleva a que del monto general se destine la ración alimenticia para cada persona detenida la que es constantemente variable. Esto impacta en la alimentación del personal de la fuerza que también se alimentaría de las raciones.

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