Sylvestre Inzunza no sobrevivió ni una semana en el Complejo de Detención de Adultos del Condado Pima.

La policía de Tucson arrestó al hombre de 18 años de edad el 27 de enero y lo encarceló por varios cargos que incluían asalto agravado y robo de un medio de transporte.

Dentro de las primeras 24 horas, un oficial correccional encontró a Inzunza acostado en su cama inconsciente y notó que estaba pálido y sudando profusamente. El guardia trató de despertar a Inzunza y pidió ayuda cuando el adolescente no se despertaba.

Los oficiales y el personal médico tuvieron que administrar nueve dosis de Narcan antes de que Inzunza recuperara el conocimiento. Cuando Inzunza fue transportado al St. Mary's Hospital, los oficiales correccionales encontraron una pequeña pastilla azul dentro de la celda de Inzunza que un oficial reconoció como un tipo de fentanilo, una droga que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades clasifica como 100 veces más fuerte que la morfina.

Inzunza pasó un día en el hospital donde su condición se estabilizó antes de que lo llevaran de regreso a la cárcel y permaneció en la enfermería hasta el 30 de enero, cuando el personal médico lo consideró lo suficientemente estable como para ser trasladado.

A los pocos días, Inzunza había adquirido otra dosis de fentanilo y yacía en la cama sin ser molestado mientras los guardias pasaban por su celda en la que él era el único recluso.

Esta vez, no se despertaría.

El martes pasado, la familia de Inzunza presentó una demanda en un tribunal federal contra el Condado Pima, el alguacil Chris Nanos, cuatro empleados adicionales del departamento del alguacil del Condado Pima, NaphCare y todos los oficiales penitenciarios del Centro de Detención de Adultos del Condado Pima.

NaphCare es un proveedor de atención médica para cárceles y prisiones.

La demanda, presentada por el abogado de Tucson, Paul Gattone, alega que el Centro de Detención de Adultos del Condado Pima no tenía suficiente personal, lo que generó un entorno en el que los guardias y el personal médico no verificaron el estado de Inzunza durante horas a pesar de estar en una cabina designada para los reclusos que se están desintoxicando.

Señala que Sylvestre Inzunza es una de al menos 26 personas que han muerto en una cárcel del Condado Pima desde principios del 2020, más de 20 de las cuales no estaban relacionadas con el COVID-19 y podrían haberse evitado si hubiera habido suficiente personal.

La demanda afirma que otro hombre, identificado solo como “John Doe”, también sufrió una sobredosis el 1 de febrero alrededor de las 11 p.m. y que los oficiales correccionales no revisaron las celdas de otros reclusos para ver si otros también habían tenido una sobredosis.

“Después de que Sylvestre regresó del hospital, el personal de la cárcel en gran medida no trató a Sylvestre como la persona adicta que era”, afirma la demanda. "En consecuencia, Sylvestre obtuvo fácilmente Fentanilo por segunda vez".

También afirma que la cabina de la cárcel en la que se encontraba Inzunza estaba en cierre administrativo donde los reclusos están encerrados en sus celdas en lugar de poder socializar en el área común, lo que dificulta que los reclusos se comuniquen con los oficiales correccionales.

El documento declara además que poner a Inzunza en una celda sin otro compañero de celda lo puso en un riesgo aún mayor, ya que nadie estaba disponible para llamar la atención sobre su condición después de que dejó de responder.

“Sylvestre estuvo encerrado solo en una celda durante horas y horas, pocos días después de que tomó una sobredosis de fentanilo que había adquirido dentro de la cárcel”, señala la demanda. “El personal penitenciario estaba subjetivamente al tanto de estos hechos cuando lo asignaron solo a esta celda”.

La demanda también afirma que NaphCare, un proveedor de atención médica correccional con sede en Alabama, no contrató a una sola enfermera de práctica con licencia en el centro entre las 3 p.m. del 1 de febrero y a las 6 a.m. del 6 de febrero, incumpliendo su contrato que obliga a la empresa a tener siempre al menos una enfermera en la unidad de desintoxicación masculina y femenina.

El Condado Pima no respondió a una solicitud de comentarios hasta el pasado sábado por la mañana.

Mariah Inzunza, la hermana mayor de Sylvestre y la demandante nombrada en la demanda, le dijo al periódico The Arizona Republic que la repentina muerte de su hermano conmocionó y devastó a su familia. Ella afirmó que Sylvestre era un hermano amable y amoroso que daría hasta su último dólar a cualquiera que viera en necesidad.

“Era una persona tan popular”, dijo Mariah. “Hablaba con cualquiera sin importar el tema. Creaba una conversación de la nada”.

Sylvestre todavía estaba en la escuela preparatoria pero planeaba trabajar en la minería como su padre lo había hecho toda su vida. Era un entusiasta boxeador, un deporte en el que se concentró después de sentir que su estatura relativamente baja le impedía sobresalir en el fútbol y el baloncesto.

Mariah aseguró que los familiares cercanos a menudo llamaban a Sylvestre por su apodo "Fatty" (Gordo), que se ganó por haber sido un bebé inusualmente gordito. Sylvestre abrazó el sobrenombre a pesar de ser bastante atlético y se llegaba a confundir si los miembros de la familia lo llegaban a llamar por su nombre de pila.

Algunos de los recuerdos favoritos de Mariah tuvieron que ver con observar a su hermano y sus tres hermanas menores ver películas mientras ella preparaba la cena. A su hermano le encantaban los burritos de desayuno, los waffles y especialmente las tostadas.

“Él podía comerse una barra entera de pan tostado solo”, recordó Mariah.

Meses después de la muerte de su hermano, Mariah sigue abrumada por el dolor y la ira por cómo los funcionarios de la cárcel pudieron haberle permitido sufrir una sobredosis no sola en una sino en dos ocasiones.

“Siento que definitivamente es algo que podría haberse evitado”, señaló Mariah. “Llegó al hospital un par de días antes por una sobredosis, así que no, no estoy segura de por qué no lo estaban vigilando”.

Mariah mencionó que nadie en su familia sabía que Sylvestre era adicto a algo, pero señaló que su hermano prefería lidiar con los problemas solo en lugar de ser una carga para el resto de la familia.

Ella recordó que su hermano había estado más triste que de costumbre después de que sufrió una ruptura amorosa alrededor de octubre o noviembre del 2021, pero no notó un cambio claro en el comportamiento o los hábitos entre eso y su arresto en enero.

Mariah dijo que ella y su familia intentaron sacar a Sylvestre de la cárcel, pero aseguró que un juez se refirió a su hermano como un “joven problemático”. Los documentos de la corte muestran que el juez fijó la fianza de Sylvestre en una fianza de 50 mil dólares en efectivo, lo que impidió que la familia usara un prestamista de fianzas que pagara la fianza por una tarifa que a menudo es el 10 por ciento del monto total.

Los documentos muestran que había sido arrestado en el 2020 y el 2021 y tenía condenas por delitos graves anteriores, pero no se especificó cuáles eran. Mariah dijo que su hermano había cometido errores en el pasado y esperaba tener la oportunidad de mejorar en lugar de sufrir una sentencia de muerte.

“Él no merecía morir, independientemente de lo que pasó o no pasó”, expuso Mariah. “Él no se lo merecía. Tenía un corazón noble. Creo que tenía un corazón demasiado grande”.

Traducción Alfredo García