Corrupción y falta de medicinas, los males del Hospital Los Ceibos - El Comercio

2022-12-08 12:14:43 By : Mr. Beck peng

El Hospital General Norte Los Ceibos se inauguró en 2017. Fiscalía y Contraloría han identificado irregu­laridades. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO.

Recorrer el área de Emergencia del Hospital General Los Ceibos, en Guayaquil, estremece. Sus tres amplias salas de atención quedaron pequeñas a inicios de 2020, cuando llegaban cientos de personas con síntomas de covid-19. En la época más crítica fallecían hasta 20 pacientes al día.

“No podíamos preguntarles el nombre porque no podían hablar; necesitaban oxígeno urgente”, relata un médico de esta unidad del IESS. “Tuvimos que dejar los cuerpos allí en el piso”, dice, señalando una bodega en medio de las camas.

Pero la tragedia no detuvo la corrupción. En esos días de caos se tramó la compra de 4 000 bolsas para cadáveres con un sobreprecio del 1 300%. Ocho personas, entre ellas la gerenta de ese periodo, fueron sentenciadas por peculado. La Fiscalía receptó otras siete denuncias solo durante la emergencia sanitaria e investiga otros casos de 2019.

Ahora las camas de urgencias han vuelto a ser ocupadas por politraumatizados, pacientes con problemas cardiacos o que esperan cirugías básicas que deberían ser resueltas en una unidad de segundo nivel, como esta. Al igual que en la fase crítica del covid, las medicinas y los insumos son escasos. Según la red interna del IESS, hasta la semana pasada el hospital tenía el 59% de los 479 medicamentos que debería tener.

Las falencias se escuchan junto a la puerta de Emergencias. Un hombre de unos 60 años fue internado en esta semana por convulsiones. De los 16 medicamentos indispensables para su tratamiento, nueve hacían falta en la farmacia interna.

“Son falencias que tienen años en este hospital y que incidieron en la mortalidad que vimos con el covid”, dice el médico, que pidió la reserva de su nombre para evitar represalias. Antes de la pandemia, uno de los dos tomógrafos del área estaba averiado y continúa fuera de funcionamiento. Este fue un equipo vital para el diagnóstico de coronavirus.

En los pasillos, los especialistas hablan del electrocardiógrafo que no funciona; un residente ha llevado uno portátil para atender a los afiliados. En la sala de urgencias también hay monitores fuera de uso y los médicos que padecen diabetes prestan sus tirillas para medir la glucosa de los pacientes que llegan descompensados.

En la bodega de insumos hay perchas medio vacías. Han vuelto a usar impresoras matriciales porque las más modernas están averiadas. En el área de laboratorio, un papel anuncia los pocos reactivos con que cuentan y que les impiden realizar análisis.

Este Diario solicitó información del presupuesto, manejo de contratos, abastecimiento y operatividad del Hospital Los Ceibos. El pedido fue enviado el 24 de octubre y fue aplazado en dos ocasiones. La institución indicó que la actual gerenta tiene poco tiempo en el cargo y atenderá a la prensa a partir del 22 de noviembre.

El Hospital Los Ceibos es el más grande del IESS en el país. Su gigantesca estructura, de seis torres con siete pisos cada una, incluido un helipuerto fuera de funcionamiento, resalta entre los cerros del oeste de Guayaquil. Se invirtieron USD 219,9 millones en su construcción y equipamiento, monto que no estuvo libre de cuestionamientos. Quienes laboran allí cuentan que en tan corto tiempo suma tres altos exfuncionarios detenidos por corrupción.

El fiscal César Suárez dirige una de las investigaciones más recientes, por presunto peculado en la contratación de servicios de mantenimiento de equipos electrónicos. El contrato se firmó en 2019, por casi USD 500 000, y se adjudicó a un proveedor sin experiencia.

Dos personas fueron detenidas en octubre y se incluyó a la exgerenta, que ya estaba bajo arresto domiciliario por adquirir bolsas para cadáveres, cada una en USD 148. En una auditoría por ese caso, Contraloría determinó que no costaban más de USD 11.

Otra investigación detectó un sobreprecio en la compra de insumos para el servicio de terapia respiratoria. 14 ítems se adquirieron por USD 333 000, pero “no debió pasar de USD 83 000”, dice Suárez. Un año antes, la Contraloría emitió un informe con indicios de responsabilidad penal.

Los auditores alertaron sobreprecios y la elusión de requisitos para favorecer a intermediarios en contratos firmados entre 2017 y 2018, para la adquisición de fármacos, insumos y dispositivos médicos. Solo en nueve contratos de fármacos detectaron un perjuicio por USD 1,9 millones. En estos contratos irregulares suelen aparecer con frecuencia funcionarios de altos cargos.

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